Masticar césped o lamer la batería del móvil: los absurdos (e inútiles) trucos de los españoles para engañar al alcoholímetro
lainformacion.com
Unos ocho millones de conductores españoles, el 30% aproximadamente, creen de forma equivocada en la existencia de trucos eficaces para burlar los controles de alcoholemia, según el estudio ‘Mitos y falsas creencias sobre los controles de alcoholemia’, presentado este miércoles por la aseguradora Línea Directa en colaboración con la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial).
El informe analiza las respuestas de un total de 1.260 entrevistas realizadas a conductores de coches, motos, ciclomotores y vehículos pesados, de toda la geografía española, de edades comprendidas entre 15 y 65 años, e incluye además una prueba sobre el impacto ficticio que tienen ciertos mitos de cómo ‘engañar’ en los controles de alcoholemia.
El director de Gobierno Corporativo de Línea Directa, Francisco Valencia, ha asegurado que con este estudio se ha querido aportar información de relevancia para desmitificar las creencias populares que llevan a muchos conductores a desarrollar comportamientos peligrosos al volante.
Valencia ha apuntado que se ha realizado porque el alcohol en la conducción, junto con las drogas, supone anualmente la pérdida de unas 9.000 vidas en la Unión Europea (UE) y porque un tercio de los conductores fallecidos en las carreteras españolas en 2012 había consumido alcohol, porcentaje que sigue aumentando (4,1 puntos más con respecto a 2008).
Ninguno funciona
Ocho millones de conductores españoles creen en la existencia de trucos para burlar los controles de alcoholemia, entre los que están beber café o chupar granos de café, esperar una o dos horas para coger el coche, tomar chicles y caramelos, beber agua, hacer eje
rcicio e incluso masticar césped, chupar monedas o lamer baterías de litio.
Según el informe, 2,7 millones de conductores, es decir el 10% del total, reconoce que han utilizado alguno de los trucos mencionados para tratar de engañar a los controles. De estos trucos, el estrella es esperar una hora o más antes de conducir (3%), seguido de dormir ‘un rato’ (1%), beber agua o tomar hielo (1%), beber café (1%), tomar Almax (1%) y tomar pasta de dientes, falso truco que practica el 1% de los conductores para evitar dar positivo en los alcoholímetros.
Además, el trabajo también muestra que 8,6 millones de conductores (el 32%) reconoce haberse puesto al volante creyendo que podría dar positivo si le hiciesen la prueba de alcoholemia.
El perfil del conductor más propenso a aceptar estas creencias populares responde al de un hombre, de 18 a 29 años, que utiliza herramientas tecnológicas (WhatsApp, Internet o redes sociales) para evitar los controles de alcoholemia y que reconoce haber conducido bajo los efectos del alcohol.
Por comunidades autónomas, según el estudio los conductores vascos son los que más conocen la existencia de estos mitos, mientras que los de La Rioja, Asturias y Cantabria son los que menos. En cuanto a su efectividad, los madrileños son los que creen más efectivas estas prácticas.
Una medida para recaudar
En relación a las opiniones que tienen los conductores sobre los controles de alcoholemia, el 86% cree que es una medida disuasoria y de prevención, el 66% manifestó que es una medida para recaudar dinero y el 35% puso en duda su efectividad.
Además, 17,5 millones de conductores desconocen la tasa máxima de alcohol permitida (0,25 mg/litro aire espirado) y el 94%, dos de cada tres conductores, no conoce el límite a partir del cual se considera delito (0,6 mg/litro aire espirado).
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