Distracciones al volante
Habitualmente mientras conducimos caemos en la tentación de distraernos, ya sea contestando una llamada o cambiando el CD del coche, no obstante, esto es muy peligroso para la seguridad vial. Las distracciones al volante son una de las principales causas de accidentes de tráfico, más que cualquier otra infracción, llegando a ocasionar hasta 904 muertos en un año.
Las principales distracciones que cometemos los conductores son, en primer lugar, el prestar demasiada atención a los acompañantes que van en el vehículo. Esto se agrava si son niños pequeños o mascotas, ya que pueden distraernos y ocasionar que apartemos la vista de la carretera para mirar hacia atrás, por tanto es aconsejable que las mascotas viajen en su trasportín y que los niños tengan algún método de distracción. Por otro lado, una discusión o una conversación tensa también pueden provocar distracciones, por lo que es conveniente conducir tranquilos y evitar situaciones tensas dentro de los vehículos.
En segundo lugar, otra distracción habitual al volante son las propias preocupaciones personales. Si estamos preocupados o enfadados, nos concentramos en pensar en esos problemas en lugar de en la carretera, provocando una disminución de la concentración.
Otra de las distracciones, probablemente la que más accidentes ocasiona, es la manipulación de elementos del vehículo, como cambiar la música o poner la calefacción. Realizar algo así provoca que por unos segundos apartemos la vista de la carretera, y esos segundos son suficientes para que se produzca el accidente.
El teléfono móvil también es una distracción muy frecuente en los conductores, ya sea por contestar una llamada como por mandar un mensaje. No obstante, y aunque esto está regulado y es delito utilizarlo, muchas personas siguen cogiendo el móvil mientras conducen, poniéndose en peligro. Lo mismo pasa al encender un cigarrillo, o al comer y beber durante la conducción.
Por último, apartar la vista de la carretera por cualquier cosa puede ocasionar también un accidente. A menudo nos vemos rodeados por carteles publicitarios que nos llaman la atención y que queremos leer mientras conducimos, o es posible también que miremos algún obstáculo como un accidente de tráfico, ocasionando una pérdida de la concentración.
(según datos de la Dirección General de Tráfico).